Ni periodistas resentidos, ni políticos frustrados. Sin agenda y con los temas clavados en la frente. Un poco de aire vicioso, dedos afilados y conspiraciones absurdas que nunca ven la luz. Ninguna cereteza, pocas palabras y mucha deformación del lenguaje... Más vale tarde que nunca, Un millón de moscas hace su lanzamiento mundial en tierras sudacas sin ningún sentido especial y con una cuota de ira particular...

Política y redes sociales

Nicolás Spaccavento y Santiago Reboreda son dos jóvenes emprendedores y creadores del proyecto-empresa LinkLab, un servicio de posicionamiento en la red y gestión de estrategias en Facebook, Twitter, YouTube, etc. para equipos de prensa y campaña de personalidades políticas.

En entrevista con Un millón de moscas, explicaron las ventajas que ofrecen las nuevas herramientas 2.0 a la hora de dar visibilidad a las actividades, propuestas, intervenciones de los políticos ante los electores. Destacaron a Barack Obama como pionero en la materia, e ilustraron con ejemplos nacionales la importancia que van tomando los nuevos canales en las discusiones de agenda.

Profundizaron además en los conceptos de "posicionamiento", "horizontalidad" y "contenido relevante", claves para entender la competencia política vía internet y las nuevas formas de participación.

POLÍTICA PURA: EL ROL Y FUNCIONAMIENTO DE LAS BASES


A la hora de hablar de política, los medios de comunicación suelen poner el foco sobre los personajes de más renombre. Desgraciadamente, esta metodología ayuda implícitamente al personalismo, al show, lo que genera que las discusiones políticas puras queden al margen.

Es hora de empezar a escuchar a los que realmente hacen política, a los que estan junto al pueblo, a los que tienen una trayectoria y siguen caminando para escuchar a sus pares. Porque eso es lo que son y se sienten: pares.

Las bases políticas, los militantes, son nuestros representantes del futuro. Se sabe que las emergencias obligan a analizar el presente, y que el pasado no resuelto puede resultar en una historia circular. Pero hay que empezar a ver quiénes son los que participan, por qué participan y cuáles son sus proyectos de sociedad.

En esta oportunidad, entrevistamos a Lucas Ramiro, un militante fervoroso y desinteresado, que nos explica por qué milita activamente, cuáles son las diferentes formas de participar, cómo se maneja la política partidaria, y el rol de los militantes en la política de hoy en día. Para terminar, se explaya sobre el espacio democrático que tienen las bases, y desmitifica el tan aclamado "consenso", una triste manera de ceder ante los intereses de los sectores hegemónicos.

Escuchemos a Lucas Ramiro, entonces, un bocanada de aire puro y esperanza:

Contra el mito preferido del Pepe Mujica

Crítica de Historias Tupamaras, de Leonardo Haberkorn

Él tenía una voz ronca y sabía lo que decía, aunque algunos lo dudaran. Él me decía: ´¿sabés, Kaqui?, en la próxima revolución tienen que caer menos muertos`. Los muertos perseguían al Bebe; los compañeros que había visto caer y los enemigos que había matado.

Quien da testimonio es Aníbal De Lucía, ladero del emblemático líder guerrillero Raúl Sendic durante los primeros años del Movimiento de Liberación Nacional (Tupamaros), por los sesenta en Montevideo. Su recuerdo sobre aquella turbulenta época es bien distinto del que hoy esgrime el ala del Frente Amplio liderada por José Mujica, ex tupamaro y flamante presidente, y la idílica historia oficial del MLN.



  En Historias Tupamaras, Leonardo Haberkorn plasma sin filtro ese y otros relatos inéditos de ex tupamaros de alta jerarquía que derrumban ladrillo a ladrillo ciertos “mitos” purificadores e idealizantes del MLN muy difundidos desde que el Frente Amplio es gobierno. Justo ahora, cuando aquellos años se hacen un lugar en la agenda política de Uruguay. El Frente intenta disipar, en su país y en Washington, inquietudes por el pasado guerrillero de Mujica.

  Que los tupamaros no se armaron para tomar el poder sino para defender la democracia; que el MLN estaba más cerca de Robin Hood que de Montoneros y de la guerrilla argelina; que la organización era un ámbito de libertad y fraternidad antes que de lucha sangrienta y verticalismo... A partir de “vivencias concretas de personas reales, piezas del rompecabezas que hasta hoy habían sido ignoradas”, Haberkorn siembra la duda acerca de esas construcciones ideales sobre Tupamaros que en los últimos años han ido ganando terreno en el imaginario uruguayo.

  Historias Tupamaras no pretende ser una verdad revelada, ni siquiera una revisión histórica. Es un exhaustivo trabajo periodístico cuyo mayor mérito es abrir el juego sobre un debate que parecía cerrado, en el marco del ascenso al poder del frenteamplismo con raíces tupamaras. Quizás sin quererlo, el libro también es un reparo para toda una generación que creyó en Tupamaros. Justo ahora, cuando “el Pepe” se afeita la barba y se pone un traje por primera vez en su vida.

Sudáfrica apuesta todo al Mundial


Por qué un país que encabeza rankings mundiales de violencia, desempleo, corrupción y desigualdad invertiría 6700 millones de dólares en un evento deportivo? A corto plazo, la Copa del Mundo ni siquiera será un gran negocio para Sudáfrica. El impacto que tendrá la afluencia de turistas y la inversión en infraestructura en la economía del país no será el que se esperaba en 2004, cuando el país se postuló para ser la sede y la crisis global aún no asomaba.


En realidad, la gestión del presidente Jacob Zuma piensa en el Mundial como una gigantesca estrategia de exhibición multilateral para Sudáfrica. "Cuando decimos que estamos listos para el torneo, no es una frase retórica: hablamos en serio", aseguró el propio Zuma, como si sospechara que los grandes inversores internacionales se tomaran en broma a su país.

Como relata el periodista británico John Carlin en su buen libro "El factor humano", Nelson Mandela aprovechó genialmente la copa mundial de rugby de 1995 para apuntalar su proyecto de unidad nacional, tras el desmantelamiento del sistema de segregación racial del apartheid. Quince años más tarde, Sudáfrica espera que otra fiesta del deporte sirva para dar una vuelta de página en su historia.

Ocurre que, al tiempo que la economía sudafricana representa un tercio del PBI del continente y el país es  catalogado como potencia emergente junto a India o Brasil, Sudáfrica aún no logra resolver heredados problemas estructurales como una producción de escaso valor agregado y una excesiva dependencia de la exportación de minerales (oro, platino, diamantes); una tasa de desempleo que trepa al 25%; o una regresión en la distribución del ingreso peor que en varios países de la propia África.

Para terminar con esos déficits, y ganarse definitivamente su derecho a dialogar de igual a igual con los países centrales, Sudáfrica necesita un proyecto de desarrollo y crecimiento sustentables y a largo plazo. Y, como se sabe, lo primero en esa línea es atraer grandes inversiones internacionales. Para eso fue concebida la apuesta de su candidatura a sede del Mundial, y no para resolver problemas de agenda inmediata como, entre otros, su récord en índices de criminalidad.

Cuando el campeón levante la copa, y la gran fiesta del fútbol termine, se verá si fue una gran apuesta o solamente una apuesta arriesgada.

ACEFALÍA Y OLVIDO




Antofagasta de la Sierra, plena puna catamarqueña. La comunidad coya del lugar, ninguneada por la historia, sale del letargo y empieza a desfilar.

En el restaurante del nuevo y bonito Hotel Municipal se reúnen las principales figuras de la comunidad. La oradora, una apurada y empática abogada perteneciente a una ONG porteña, les enseña fugazmente algunos derechos civiles a tener en cuenta a la hora de luchar contra la instalación de una mina de litio en las inmediaciones el pueblo. Pero, se sabe, las clases de instrucción cívica poco sirven contra el pragmatismo, la corrupción y el poder para-político que controla el destino de los lugareños.

Compartiendo empanadas con Gabriel, un trabajador municipal, la charla deriva en temas sensibles. Antofagasta de la Sierra es un lugar de ensueño, “turísticamente sustentable”, como le dicen ahora a la explotación de las bellezas naturales. Volcanes, lagos y uno de los escoriales de lava más grandes del país, que se pierde en los horizontes pedregosos. En pleno verano, no pasaban de 20 los turistas que habían llegado hasta ahí. Falta inversión, faltan caminos, falta capacitación. En fin, falta, y mucho.

Gabriel se queja de la desidia de los gobernantes. Que no hacen nada por su pueblo, que regalan las tierras, que dejan hacer por cualquier limosna. Y vino la pregunta inevitable: por qué no van a la casa del intendente y le reclaman. La respuesta sorprende, y mucho: “No vamos a protestar a la casa del intendente porque queda lejos. Vive en San Fernando del Valle de Catamarca, a 560 kilómetros de acá. Ahora, cuando viene, ahí sí que le hacemos oír los reclamos”. Sí, como lo leyeron. El intendente de Antofagasta de la Sierra, Carlos Fabián, no vive en Antofagasta de la Sierra. Dicen que una vez casi lo linchan, y que después tuvo que volver con custodia. Pero vuelve poco, muy de vez en cuando y para alguna celebración local. El resto del año se lo pasa en su chalet de San Fernando.

Postal de la política argentina. Imagen elocuente del olvido al que tenemos sometido a los pueblos originarios.

LA CENSURA Y LA MENTIRA DE DE NARVÁEZ

El último jueves, la Cámara de Senadores citó al diputado Francisco De Narváez para que aclare su relación con el canal América TV. Hace algunas semanas, esta misma cámara había citado a Reinaldo Sietecase para que declarara sobre una supuesta censura en el programa Tres Poderes, que se emitía por el mismo canal. Como se observa en el video de abajo, luego de hacerle algunas preguntas incómodas al entrevistado –Francisco De Narváez-, Sietecase es levantado del aire en plena editorial.



En pleno debate en el Senado, la senadora María Eugenia Estenssoro duda de que el canal sea propiedad del colombiano. Parece ser que ésta es la estrategia, aunque sea de prensa, para despegar a De Narváez de un caso flagrante de censura, quizás el más elocuente de los últimos tiempos.

La Revista Target, una especie de edición especial de la Revista Apertura, publicó en su último número el mapa de medios del país. En el gráfico se observan todos los grandes medios del país, con la correspondiente participación accionaria de cada uno de sus dueños. Como pueden ver en la imagen que se adjunta, De Narváez reconoce ser el propietario del diario El Cronista Comercial, de la propia Revista Apertura, y de una empresa llamada Information Technology. Sugestivamente, su nombre figura muy cerca de América Multimedios, pero no hay línea punteada que los una. Y más sugestivamente, el 5 por ciento de éste paquete accionario está a nombre de “Otros”. En todo el resto de los casos, sin excepción, se había publicado el nombre o razón social de los propietarios, por más mínimos que sean, de los medios. Parece ser que los medios de De Narváez intentan ocultar su participación en el canal América.




Pero, ¿De Narváez es realmente propietario del canal de Rial y Majul? Según sus propias palabras, parece que sí. Miren las pruebas, si les parece conveniente.

Desde los medios de un diputado nacional –situación ya poco ética- se desinforma a la sociedad para evitar ensuciar la imagen del propietario. Y lo que es más grave, utiliza su poder para censurar a los periodistas que no le son del todo obsecuentes. Peligroso si sabemos que De Narváez es uno de los máximos candidatos a gobernar la provincia de Buenos Aires.

Crítica en el Día del Periodista

En el Día del Periodista, ninguno de los diarios de mayor tirada nacional hizo mención al colectivo de trabajadores de prensa del diario Crítica de la Argentina que hace meses espera una resolución sobre su situación laboral y el pago de sus salarios atrasados. 

Tampoco del acto que tuvo lugar hoy en la puerta del canal, con la presencia de compañeros periodistas de medios tan diversos como Clarín, Olé, Tiempo Argentino, La Prensa, Ámbito Financiero, América TV, Canal 7, Canal 9, Telefé, Canal 26, TyC Sports, ESPN, Radio Nacional, Radio América y varios otros.

La dirección gerencial de esos diarios parece congraciada con el empresario español Antonio Mata -propietario del 82% de las acciones de Crítica-, quien luego de que el fundador del diario Jorge Lanata abandonara el proyecto sin remordimientos decidió dejar a los trabajadores a la deriva.

Ríos de tinta corrieron sobre Mariano Moreno, la ética periodística y la libertad de prensa. Pero Mariano Moreno se revolvería en la tumba si supiera de la paradoja: cuando se trata de la lucha de los trabajadores de prensa, la libertad de prensa no existe y no hay ética periodística que valga. La línea editorial pende como una espada sobre las redacciones.

Por eso, sin hacer uso de su arma más letal -la palabra-, los compañeros periodistas se las ingeniaron para homenajear y apoyar al colectivo de trabajo de Crítica con este fuerte aplauso:



Y a ese aplauso, en un acto que revela valentía y a la vez pinta de cuerpo entero cómo se trabaja en el oligopólico Grupo Clarín, se sumaron con algunos días de retraso los periodistas del diario Clarín.

 De todos ellos es el Día del Periodista.


Los exilios de Juana Rouco




Primavera de 1907. Juana apunta su escoba como si fuera un fusil. Debajo del atrio improvisado desde el que arenga a los inquilinos de San Telmo, madres y niños devuelven el gesto y como brujas levantan las propias. Todavía está fresco el recuerdo del cuerpo inerte de Miguelito Pepe, a cuyo entierro, convertido en multitudinaria marcha de protesta, todas las familias del conventillo Las Catorce Provincias asistieron. Le pegaron un balazo en la frente durante una tarde de represión policial, en presencia y con consentimiento del jefe del Departamento. Juana Rouco Buela fue una de las oradoras principales el día del funeral.

Igual que Miguel, Juana tiene dieciocho años. Es una pieza fundamental en la organización y movilización de los conventillos pobres de Buenos Aires, que sostienen una masiva huelga en contra del alza de alquileres y los desalojos (las escobas son el símbolo: "para barrer a los propietarios"). Los vecinos escuchan su discurso con admiración. Sin saber que es autodidacta, y que hasta a leer aprendió sola, se preguntan quién le habrá enseñado tanto sobre la explotación de la clase obrera, el papel femenino en el trabajo y las técnicas de defensa contra la policía.

Si le preguntaran, ella les diría que su padre está en Madrid, como casi toda su familia. Llegó de España cuando no tenía doce años, con su hermano mayor. Su entrada al mundo del trabajo fue tan precoz como su ingreso al sindicalismo. A los quince ya era delegada de los obreros de la rosarina Refinería Argentina de Azúcar en el congreso de la Federación Obrera Regional Argentina, y tenía varios años de trabajo como planchadora y de lecturas en las principales bibliotecas anarquistas. Fundó luego el Centro Anarquista Femenino, sin sospechar que décadas más tarde sería recordada como la figura femenina anarquista más destacada de la historia nacional.

El tercero en discordia

El mismo día que Argentinos Juniors se coronó campeón, hizo su debut en las calles Tiempo Argentino, el nuevo diario de Sergio Szpolski, empresario de medios y propietario de El Argentino, Buenos Aires Económico, VeintitrésNewsweek versión local, Miradas al Sur, Diagonales (La Plata) y Radio América, entre otros. En los días previos a la salida del flamante matutino ya se especulaba con que, en sintonía con las demás publicaciones del Grupo, tendría una línea editorial afín al Gobierno nacional.

Así lo confirma, por ahora, el contenido de su primera edición de papel (aún no hay versión digital). Un título de tapa duro con un referente opositor, noticias que se parecen a pauta oficial y una entrevista benevolente a un alto funcionario del kirchnerismo despejan dudas, aún cuando el primer número de Tiempo no incluye editorial ni presentación a los lectores de ningún tipo.

Es pronto para decir que, si el diario sobrevive más allá de 2011, las cosas seguirán igual. Se sabe de la cercanía de Szpolski con la "pata comunicacional" del Gobierno. Sin embargo, un alto gerente del sector comercial del Grupo se mofa: "Cuando Néstor perdió el 28 de junio pensé que estábamos fritos. Pero después me di cuenta de que acá somos amigos de todos. Si gana Cobos vamos con Cobos, no hay problema". Y concluye: "Con el único que no nos llevamos bien es con Macri, pero Macri no va a ganar...".

En cualquier caso, Tiempo Argentino llega en un buen momento. Detrás de Clarín y La Nación (Perfil no es un periódico) hay una plaza abandonada hace tiempo por Página/12 que experimentos posteriores no supieron ocupar. Crítica de la Argentina, en vías de extinción y paralizado porque la empresa propietaria no paga los sueldos a los trabajadores, fue el último fallido intento.

Justa y curiosamente, Tiempo fue el único diario que el domingo se hizo eco del conflicto en Crítica, en una primera edición donde se mostró una intención de ofrecer una agenda distinta, oxigenada. En el hábito de informarse no existe el amor a primera vista, pero por prepotencia de trabajo, Tiempo Argentino podría jugar un papel interesante. Al menos el próximo año y medio.

INTERROGANTES DEL BICENTENARIO


Dos festejos. Por un lado el oficial, con un gobierno democrático encabezando los actos. Por el otro, el “alternativo”, con el sector agropecuario “apropiándose” –ver Carta Abierta de Barragán a Tenembaun refiriéndose a este término- de las celebraciones. Dos modelos, una puja constante por lograr el poder, y por consiguiente, imponer sus respectivas visiones de esta sociedad.

Doscientos años después de la Revolución de Mayo, todavía se discute la legitimidad de la Primera Junta, el papel de San Martin, y hasta se duda de las causas de la muerte de Mariano Moreno –otro debate interesante: Galasso vs. Feinmann-. Mientras tanto, la que sufre es una frágil democracia que fue creciendo hasta ser universal, y que fue interrumpida durante casi treinta años por los mismos grupos que ahora organizan un festejo paralelo al del resto de la sociedad.

En esta época significativa para la historia, en la que se reabren cicatrices mal curadas de nuestra sociedad, el planteo sigue siendo el mismo. La Mesa de Enlace, un espacio patronal/corporativista creado para chantajear al Gobierno de Cristina Fernández, lucha por los intereses de su sector, enmascarados tras una consigna “unificadora”. Las organizaciones sociales, algunas alineadas con el Gobierno, buscan recuperar el espacio perdido después de dictaduras, cipayos e ineptos. Este 25 de Mayo histórico, la realidad muestra a una Argentina tal cual es: un polvorín de intereses contrapuestos y cuentas pendientes seculares.

Les dejo el único video que en tres minutos, a pura letra e imagen, resume algo de nuestra historia.

MARCHA A FAVOR DE LOS JUICIOS EN CAMPO DE MAYO



En el día que se recuerda el nacimiento de Eva Duarte, más de 80 organizaciones sociales y partidos políticos del conurbano bonaerense se reunieron frente a la entrada número 4 de Campo De Mayo a pedir por la apertura y rapidez de los juicios en el segundo centro de detención más grande que funcionó en la última dictadura militar.

La convocatoria fue impulsada por la detención al ex ministro Martínez de Hoz, el enjuiciamiento a Reynaldo Bignono y la próxima culminación de los juicios en Vicente López. Pero un suceso particular que movilizó y logró reunir a un espectro político distinto: la recuperación del último nieto por Abuelas de Plaza de Mayo.

La apropiadora de este joven vivía en la denominada región 4, que comprende San Miguel, Bella Vista y Muñiz. Una zona en la que se estima, según los estudios de la Comisión por la Verdad y Justicia de Campo de Mayo y Abuelas de Plaza de Mayo, alberga a gran cantidad de chicos apropiados o con dudas sobre su identidad.

A pesar de esto, el juicio a la gran maternidad de Campo de Mayo aún no se abre y la mayoría de los médicos y enfermeras que asistieron en los partos y luego, colocaron niños siguen sin castigo. No es casual que San Miguel a un año de elecciones municipales se debata entre un oficialismo que –aunque modesto- defiende una revisión en la zona y un arco opositor que encabeza un ex coronel que se levanto en armas, Aldo Rico.

POLÉMICA: JUSTIFICACIÓN DE LA VIOLENCIA


Jueves a la noche, casi madrugada. La escena dantesca se repite: cerca de cincuenta personas se reúnen en las puertas del McDonald´s de la avenida Rivadavia, a poquitas cuadras de la Plaza Once, a esperar que saquen la basura. Las bolsas cargadas de comida chatarra, poco recomendables para rubiecitos pequebú con las vacunas al día, sirven de olla común a los que esperan pacientes su “plato de comida”.

Un pibe joven, de unos 22 años, se desprende del grupo y, sorteando a los estrictos guardias de seguridad que vigilan los accesos, encara decidido hacia los vendedores. En los pocos segundos que tarda en caminar los diez metros que separa la puerta de entrada de las cajas, los comensales cambian miradas paranoides, se va generando el clima para un juicio sumarísimo que tiene una única sentencia: el desprecio. Aún así, rebosando estoicismo, el pibe, de visera y llantas, avanza. El supervisor del local, un prolijo muchacho de mirada lasciva y sutil seseo, se ve obligado a actuar y le pregunta por sus deseos -“¿Qué dezzea?”, fue el específico interrogante pertinaz-. Se da el siguiente diálogo:

-¿Pudiste averiguar por el trabajo?- pregunta el pibe con cierta timidez.
-Sí, te dije que me trajeras el currículum impreso- contesta taxativamente el Supervisor.
-Lo traje, acá lo tengo. No lo pude imprimir, pero están todos mis datos. Tengo el secundario completo, creo que no hace falta nada más- responde mientras le ofrece una hoja Rivadavia escrita a pulso.
-Perfecto, lo paso a Administración –mayúsculas en homenaje a este universo kafkiano- y ahí, si das con el perfil, te llaman- fue la respuesta al paso del niño bueno, mientras tomaba la hoja con una mueca de asco.
-Ah, bueno, pero no tengo teléfono. ¿No puedo pasar en la semana y ahí me dicen?
-Mmm… no sé, pasá el lunes que te tengo una respuesta.

El pibe de gorra agradece, se da media vuelta y vuelve a la calle a esperar las bolsas de comida –léase basura-. El nene de oro, en su gloria de Supervisor de local de McDonald´s, muestra todo su oficio a la hora de segmentar a la gente según los objetivos de la compañía: agarra la hoja Rivadavia, la hace un bollito minúsculo y, con mucha puntería pero poco mérito, la encesta en un gigantesco tacho de basura.

Los titulares de los diarios sensacionalistas dirán, días más tarde, que un delincuente armado entró a un local de McDonald´s y que, a sangre y fuego, se hizo con la recaudación del día. Los entes aspiracionales saldrán en cadena nacional a pedir patíbulo o lapidación. Pero lo que nunca van a decir, lo que nunca dicen, es que ese delincuente, ese pibe desesperado, encontró una noche, entre hamburguesas y papas fritas, su currículum Rivadavia hecho un bollito. Lo que no dicen los diarios, al fin y al cabo, es que la violencia, el infierno, muchas veces está justificado.

Estilo K (de Kafka)


Franz Kafka ilustra varias veces por semana las primeras páginas del matutino de mayor circulación nacional. Hermenegildo Sabat, artista plástico y dibujante de destacada trayectoria que en abril de 2008 provocó un enojo a Cristina Fernández, tomó por hábito incluir en sus caricaturas políticas que publica a diario en Clarín al exinto escritor, como lo llama en los epígrafes.


La silueta de Kafka -las orejas puntiagudas y el cuello alargado- aparece últimamente junto a la Presidenta, Néstor Kirchner, Aníbal Fernández, Florencio Randazzo o Julio De Vido. Acompaña siempre a exponentes puros del kirchnerismo, como si Sábat sospechara de una íntima esencia kafkiana en la forma que se concibe la política a partir de los K.


¿Es así? ¿Hay un mensaje sutil del caricaturista, o Kafka no es más que un fetiche para él? Sábat suele jactarse de no leer las notas que ilustra. En cualquier caso, ninguna decisión editorial en Clarín es inocente. A instancias de Sábat o no, Franz Kafka debe tener algún nuevo sentido para Ricardo Kirschbaum.


Y si el mensaje codificado existiera, ¿qué sería lo kafkiano de la política en la era kirchnerista? Lo absurdo no parece ser una cualidad específica del kirchnerismo, al menos no comparado con gobiernos anteriores. Alguien podría decir que la cuestión pasa por la transformación, la metamorfosis que experimentaron los Kirchner de los noventa a esta parte.


Desde la vereda opuesta, podría pensarse en una silenciosa rebeldía de Sábat. En la literatura kafkiana también habita la inversión de la realidad por la fuerza de la negación: si un loco se convence de que no está loco, los locos son los demás. ¿Un mensaje al Grupo Clarín?


Suposiciones. Lo que sí es seguro es que el fanatismo de Hermenegildo Sábat por Kafka no termina en Clarín: lo lee desde los 14 años, cree que su caricatura le sale muy bien y donó diez acuarelas con la imagen del escritor para la Bienal Borges-Kafka que se desarrolla este mes en Buenos Aires.

UNA DE PERÓN


Palmira Lepera fue una de las últimas “empleadas domésticas” de don Benito Quinquela Martin. El ya viejo Quinquela, uno de los artistas plásticos más importantes de la historia del país y emblema de La Boca –escueta información aquí-, no confiaba mucho en la gente. Comía poco de lo poco que Palmira le cocinaba. Con ochenta y largos años, se casó con una mujer mucho más joven –primer pecado del periodista: no contar con datos y fechas- que le revolucionó la vida; lástima que no está Quinquela para contarnos de qué lado del maniqueísmo caía esta vuelta de la vida.



Hasta la llegada de la “Madama” –tal como llamaremos a la última esposa de Quinquela de ahora en más-, Palmira caía tempranito por la mañana, empilchada casi para velorio, y entre enseres y cariños platónicos, cuidaba al viejo hasta bien entrada la noche porteña. Una vez consumado el matrimonio, se sumaron dos empleadas domésticas –un ama de llaves y una cocinera- de pulcro uniforme, tal como lo exigía la nueva integrante de la casa. Palmira fue desestimada, corrida, ninguneada, aún en contra de la voluntad de don Benito, que la veía como una de sus únicas personas de confianza.

Cayó el año 73 y la vuelta de Perón al país. El General decidió visitar al pintor del pueblo, a ése que entre surrealismos planteaba la vida cotidiana de los muelles de La Boca. La visita formal se dio en la casa, hoy museo histórico, de don Benito. Llegó el Viejo –éste con mayúscula- y sus colaboradores revisaron el lugar. Encontraron arte. Como no hallaron imberbes escondidos en los rincones del atelier, comenzó la reunión. Quinquela, sentado en un cómodo sillón de respaldo victoriano, estaba rodeado por sus mujeres: la Madama, el ama de llaves, la cocinera, y a la derecha, alejada del resto y de impecable uniforme, Palmira con su sonrisota bonachona. Perón encaró la sala, se decidió a saludar y, para sorpresa de todos y consternación de la “dueña” de casa, empezó con Palmira.

El General le besó la mano y le hizo una mueca simpática. Sin contemplar el resto de la situación, le preguntó: “¿Le pagan bien?”. Palmira, dubitativa y alucinada, le contestó tímidamente con un “no me puedo quejar”. “¿Pero está en blanco, la tratan bien?”. “Sí, sí, por supuesto Presidente”, se entrometió la mujer de Quinquela. “Ya vamos a tener tiempo de charlar, déjeme terminar con la dama”, le retrucó el General. “¿Está en blanco o no, señora? Discúlpeme, ¿cómo era su nombre?”. “Palmira, Presidente, me llamo Palmira Lepera y no sé, no sé si estoy en blanco o no, pero es un gusto poder verlo tan de cerca”. “Bueno, Palmira, déjeme decirle que vamos a hablar de esto con Quinquela, pero primero voy a saludarlo. Ha sido un gusto charlar con usted”. El Viejo repitió el beso en la mano y siguió con la visita. Fue el último día que Palmira trabajó para don Benito.

Álvaro Liuzzi en TEA

Álvaro Liuzzi, un periodista platense que viene documentando con éxito el impacto de las nuevas tecnologías en las formas de trabajo de las empresas periodísticas tradicionales, visitó el lunes pasado la cátedra de Periodismo Digital de la escuela de periodismo TEA. En particular, habló con los estudiantes de uno de sus más valiosos trabajos: una serie de video-entrevistas enfocadas en el fenómeno de integración de redacciones digitales y "de papel" en diarios de Argentina y de España.

Uno de los aspectos más interesantes abordados por Liuzzi fue el "choque de culturas" que suele producirse cuando por decisión empresaria se integra un plantel de periodistas de edición impresa con uno de edición digital. Las líneas editoriales de cada uno, el defasaje en los tiempos de trabajo y, sobre todo, las diferencias generacionales contribuyen en ese sentido. Así pudo registrarlo Liuzzi cuando visitó el diario El Mundo de España:



Pero la charla no se limitó al fenómeno de las redacciones integradas. Cuando se abrió la ronda de preguntas, los alumnos aprovecharon para consultar al invitado sobre temas más amplios vinculados al campo del periodismo digital, como el nuevo rol del usuario en el flujo de la información o el uso útil y periodístico de las redes sociales.

Liuzzi también entró en el debate acerca de una supuesta crisis del periodismo provocada por internet:

MICROCLIMA


Ana Lucía tiene más de veinte años y menos de treinta –detallar la edad no es de caballeros-. Es peronista, pero no lo sabe o no lo quiere reconocer. Hermosa, de clase media pujante, defiende a todo fervor a doña Cristina y su pandilla. No se basa en estadísticas, sabe más por zapatillas gastadas que por teorías anacrónicas desventuradas. Se enoja, no entiende cómo hay gente que se deja llevar más por los entes aspiracionales que por su propia experiencia. Estudia psicología, está por empezar fotografía. No cobra sueldos estatales, aunque nos vendría muy bien unos mangos extra –debo un par de cuotas de TEA-. Ana es mi mujer.
Lucas tiene 25 años. Milita fervientemente en el Partido Socialista. Es un excelente periodista y fotógrafo –a las pruebas me remito-. En su momento le parecían bien las retenciones; la 125 lo agarró mal parado, en un lugar inadecuado. Con él, la cerveza funciona como disparador de las discusiones más disparatadas –en una de esas noches dis-. Gorila desde la cuna, fue el que me enseñó una de las frases más ricas de contenido de los últimos tiempos: “El consenso es la antipolítica”. Se cansó de las pujas personalistas. Se cansó de las antinomias, de las discusiones trilladas, se cansó de la ignorancia y de la obsecuencia. Se cansó de los falsos estandartes y del servilismo, no soporta más los juegos truculentos que lo obligan a llenarse de engrudo mientras Roy Cortina –Robert Vincent para los amigos- lo mira despótico desde los afiches de turno. No acompaña al gobierno, pero sí algunas políticas que sabe, que desea, se convertirán en paradigmas de la sociedad argentina de las próximas décadas. Piensa votar a Binner. Lucas es un gran amigo.
Eugenio y Enrique son empresarios. Integraron, desde la Ucedé, algunos puestos mínimos, kafkianos, del gabinete menemista. Le tienen miedo a todo lo que pase afuera del ghetto de Las Cañitas, aborrecen cualquier atisbo conciliador entre la disputa histórica e inconclusa de clases que hay en nuestro país, miran con recelo cualquier intento de organización interna de los trabajadores de su empresita. Para ellos el aguinaldo es una estafa a los trabajadores. Dicen que las leyes laborales atentan contra el pleno empleo. Creen que el Estado tiene que desaparecer, se dicen anarquistas, aman las corporaciones, las jerarquías, los buenos cigarros –cualquiera menos los cubanos- y el jet set. Opinan que Mauri y el Colo son buenos candidatos porque los representan: son hombres de negocios, lo que el país necesita. Eugenio y Enrique piensan que la deuda externa no hay que revisarla, que las reservas le pertenecen a un banco –tendría que ser mixto el Central, obvio- creen que Videla pacificó al país, que las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo son unas lloronas –sí, para ellos hubo una guerra-, y que la gente se expresa únicamente por plata. No creen en las corrientes historiográficas, sino en la tapa del día. Eugenio y Enrique son mis amos; les pertenezco por una puta casualidad histórica: nací unos veinte años después que ellos. Los aborrezco.
Julieta tiene veintitantos años. De infancia humilde, ahora está por recibirse en la UP. Está escandalizada por las políticas tributarias del gobierno, no por regresivas, sino por “confiscatorias”. Pasa los fines de semana entre el country de Pilar, los barcitos del Soho y su perrito Sharpei último modelo. Ve a Cobos como el futuro presidente, pero no puede señalarle una virtud. Opina que la seguridad es una cuestión de palos y ametralladoras, cree que el Club de Paris consta de dos piletas, quincho con parrilla y varias canchas de polvo de ladrillo. No cree en las corporaciones, basándose en el modelo Mc Donalds de bienestar social y alimentación balanceada. Su familia, a base de laburo, hizo mucha plata; fundidos en 2001, ahora gozan de la mejor tecnología alemana para movilizarse. Para ella el gobierno es una mierda. Julieta es una gran mina.
Otro mundo, éste, mi mundo. Parece incongruente, pero es el fiel reflejo de la realidad que nos toca vivir. No pasa por hipocresías, por alineamientos; uno hace lo que puede, opina lo que le parece. Pero, por mal que me pese, alguna de la gente que tengo cerca no opina, no siente igual que yo. ¿Crispación? No; debate, discusión, esas dos cosas tan tenebrosas para el establishment, que trata de separarnos, de disgregarnos, para que sea ésa, su propia voz, la que baje línea moral y nos explique los modelos de conducta. Que haya debate entonces; mientras, nos vamos acercando…

Desde Bolivia, una mano al planeta

  Anticipándose al fracaso de la cumbre climática de Copenhagen en diciembre del año pasado -en la que un exclusivo comité de gobiernos centrales, a instancias de Estados Unidos, expidió unilateralmente un documento sin ningún compromiso imperioso para reducir el impacto del calentamiento global-, el presidente boliviano Evo Morales había condenado la propuesta de acuerdo.



  Pocos días más tarde, gobernantes, científicos, representantes de movimientos sociales y organizaciones de  pueblos indígenas de 130 países del mundo recibían una invitación firmada por Morales a la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra. Empieza hoy, en Cochabamba, y sigue hasta el jueves.
  La Conferencia se propone emitir "propuestas en defensa de la vida y la sobrevivencia del planeta” y “asumir acciones urgentes para evitar mayores daños y sufrimientos a la humanidad, la Madre Tierra y restablecer la armonía con la naturaleza”. El objetivo es estudiar las causas estructurales y sistémicas que provocan el cambio climático, y proponer medidas de fondo para el bienestar de la humanidad en armonía con la naturaleza. 
  El encuentro irá en la línea marcada por Morales con los diez mandamientos para preservar la vida que enunció en su discurso durante la Jornada Continental de Solidaridad con Bolivia, en la Ciudad de Guatemala, en octubre de 2008.
  Se abordarán además propuestas de nuevos compromisos para el Protocolo de Kyoto y proyectos de decisiones para la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, que guiarán el accionar de los gobiernos comprometidos con la vida en las negociaciones de cambio climático y en todos los escenarios de las Naciones Unidas, con respecto a temas como deuda climática, migrantes refugiados a causa de ese hecho, reducción de las emisiones, adaptación, transferencia de tecnología, financiamiento, bosques y cambio climático, y pueblos indígenas.
  Para el cierre, se prevé la realización de una gran movilización que demande al mundo soluciones a un problema que pone en serio riesgo la vida del planeta.

Aquellos polvos futuros lodos




INTERPRETACIÓN MUY LIBRE DE SUN TSU (Primera parte)

En épocas de satélites espías y misiles teledirigidos, suena por lo menos raro recurrir a un texto de estrategia bélica del siglo V a.c. Pero bueno, descontando carromatos, armaduras de madera, arcos y flechas, se puede encontrar una base teórica potable para enfrentar enemigos, o aggiornando el término, candidatos opositores.
Habrá tiempo de comparar a este guerrero chino cuasi mitológico con figuras influyentes de la filosofía del “deber ser” como Maquiavelo o el más cercano Dick Morris –en http://daleviruta.blogspot.com/2010/02/el-mejor-principe.html hay una análisis interesante sobre estos dos últimos-, pero lo importante ahora es destacar como un manual de prácticas de guerra es utilizado para llevar adelante una estrategia de desgaste y oportunismo político en pleno siglo XXI, y en nuestra pequeña y humildísima Argentina. Vale recalcar que ninguno de los personajes en cuestión han reconocido usar a “El arte de la guerra y la estrategia” como libro de cabecera, pero las semejanzas con la situación actual se van descubriendo a medida que avanzan las páginas.
Para comenzar, podríamos tomar el caso del Vicepresidente Julio César “Cleto” -¿con o sin comillas?- Cobos. Sun Tsu explica en uno de los primeros apartados del libro: “El Arte de la Guerra se basa completamente en el engaño. En consecuencia, si eres capaz fingirás incapacidad; si eres activo fingirás pasividad”. Esta frase entra en perfecta sintonía con la actuación de Cobos desde la disputa por la resolución 125, en donde se lo presentó a la sociedad como un “moderado” que “pacificó al país”, un hombre de profunda “inocencia” que actuó según sus “convicciones” –las comillas refieren a textuales extraídas de medios masivos nacionales-, cuando en realidad esa dubitación –el voto “no positivo”- lo instaló como uno de los principales candidatos a suceder a Cristina Fernández en el sillón de Rivadavia.
Siguiendo los lineamientos del gran general chino, la oposición continúa son su estrategia de guerra permanente y desgaste. Sun Tsu dice: “Provoca al general enemigo y trata de encolerizarlo”, a lo que Li Ch´uan –discípulo del primero- agrega: “El general que se encoleriza permite que se quebrante su autoridad con gran facilidad. Su temple no es estable”. Cualquier similitud con el recordado “Qué te pasha, Clarín?” no es mera coincidencia…
Hay una frase de Sun Tsu que cuaja tan perfectamente con la realidad que resulta irrisoria, más tomando en cuenta en el momento que se dio: en pleno verano, estalló la crisis del Banco Central, con Martin Redrado como principal protagonista. Entonces, el maestro chino dice: “Mantén a tu enemigo en tensión y desgástalo con tu acoso”, a lo que, otra vez, agrega Li Ch´uan: “Fatiga a tu enemigo cuando está descansando”. Sun Tsu enfatiza en la estrategia de la tensión, y otra vez lo fáctico y lo retórico se mezclan en una misma realidad: Bonasso, Solá, Reutemann, Donda, Camaño y tantos otros, o según el guerrero oriental: “Cuando esté unido, divídelo”.
Las enseñanzas de Sun Tsu son amplias y diversas, por lo que se va a necesitar algún tiempo y muchos caracteres para trazar una paralelismo entre su teoría y nuestra triste realidad. Aún así, no quería cerrar esta escueta primera parte sin antes hacer una referencia elíptica a un ex presidente que por costumbre ya ni se lo nombra, pero del que se recuerda mucho y muy bien a su madre: “Cuando saquees una región, reparte tus fuerzas; cuando conquistes un territorio reparte los beneficios”. Robo para la corona, denunció Verbitsky…


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